CURSO ANIMACIÓN SOCIOCULTURAL
Perfil personal y profesional de Animadores socioculturales
Es una figura reconocida en Europa y América desde que en los años 60 la sociedad tomó conciencia de la importancia adquirida por la educación no formal.
¿Quién es el animador sociocultural?
- Es un agente social de apoyo que estimula la iniciativa grupal.
- Conecta a los individuos con su ambiente, provocando actividades de investigación, análisis, reflexión y organización social.
- Es una persona con sensibilidad hacia los problemas sociales.
- Es un técnico social que trata de relacionar a los individuos en su ambiente.
- Es un profesional que se implica en establecer contactos humanos.
- Es un mediador social que contribuye a solucionar los problemas comunitarios.
El animador como educador
• Busca en todo momento la relación personal y la educación en el cambio de actitudes y valores, estimulando para la acción y sacando del aislamiento a las personas.
• Desarrolla e impulsa el proceso de mejora de la persona donando su ser, saber y hacer.
• Tiene en cuenta los intereses, valores, formas de pensar y posibilidades de las personas a las que guía y ayuda.
Por tanto, reúne todas las características para ser considerado educador.
El animador como agente social
La labor del animador consiste en implicar a los grupos hacia la acción conjunta, otorgando sentido a la Animación Sociocultural.
Esta implicación social le convierte en agente social, al ser capaz de impulsar actitudes comunitarias, valorar y actuar sobre la realidad para transformarla.
El animador y la mediación social
La mediación social como metodología de intervención en los distintos ámbitos de la Animación Sociocultural introduce la posibilidad de actuar dando prioridad a la comunicación y las relaciones sociales, resultando muy útil para avanzar en el terreno de la mejora personal y social.
La Animación Sociocultural, tradicionalmente reivindicadora y protectora de los más desfavorecidos, se integra en la promoción y estímulo de las poblaciones y recursos, abandonando en gran medida su tinte de acción marginal e incorporando nuevas tecnologías de intervención e ideologías próximas a la realidad social, que consideran las capacidades y recursos de las personas.
La mediación facilita a las personas los medios necesarios para que puedan resolver por sí mismas sus dificultades con la ayuda de un mediador, que non debe sentirse responsable de una situación que no le compete. Así, el animador desempeña el papel de árbitro y, ante todo, devuelve el protagonismo a las personas.
Su misión es observar y comprender las características y capacidades que influyen en la situación de conflicto y trabajar junto con las personas implicadas en un proceso donde ellas se sientan protagonistas. Para ello, hay que facilitar la comunicación entre las personas, ayudar a reflexionar sobre su responsabilidad, protagonismo y capacitación, potenciar la toma de acuerdos y el interés común y mostrar recursos.
La formación del animador sociocultural
Mediante la formación del animador sociocultural se garantiza la interiorización de los proyectos colectivos e individuales y se asegura la cualificación de las iniciativas emprendidas.
La imagen del animador sociocultural ha evolucionado de forma considerable, presentando en la actualidad una gran variedad en su formación inicial, su situación social y sus funciones.
La Animación Sociocultural nació de acciones voluntarias, desinteresadas e incluso militantes, que los individuos desarrollaban en su tiempo libre.
La exigencia de una formación especializada y la creación de infraestructuras y recursos, llevan al deseo de adquirir una formación que garantice un mínimo de eficacia y asegure el funcionamiento de las instituciones, asegurando su continuidad.
Los cambios producidos en todos los ámbitos de la sociedad se han reflejado en una mayor atención y relieve de la función del animador, considerado decisivo para resolver y transformar la estructura y los resultados de la animación. Así, la aplicación sistemática y sostenida de políticas de Animación, ambiciosas en cuanto a resultados, sólo resultaría congruente mediante programas de formación de animadores.
La formación del animador en diversos países de la Unión Europea
• Francia: otorga en 1964 el primer diploma profesional relativo a la función de animador, creándose en 1968 la especialidad de animador sociocultural dentro de las carreras sociales. Las titulaciones trabajan para formar y preparar a las personas a nivel general para el desarrollo de procesos socioculturales y socioeducativos, favorecer la dinamización de asociaciones y movimientos sociales desarrollar proyectos de investigación en métodos educativos y recursos formativos, perfeccionamiento y especialización práctica, así como potenciar la formación, actuación y aprendizaje de las funciones de director de centros en actividades en animación.
• Reino Unido: varía dependiendo si se dirige a animadores de tiempo libre completo o de tiempo parcial. Persigue una formación general que posibilite el conocimiento de la labor y funciones del animador y la obtención del grado de asistente social de jóvenes y de la comunidad, promover el debate y el intercambio entre grupos que favorezcan la comunicación, programar acciones de desarrollo comunitario y favorecer la dinamización de asociaciones y movimientos sociales.
• Alemania: se necesitan tres años de estudio en la Escuela Superior de Pedagogía. Se trata de conseguir una amplia y sólida formación general en temas sociales, proporcionar conocimientos sobre materias especiales que afectan a las personas, favorecer el desarrollo y la participación de asociaciones dedicadas a la formación y promoción de la cultura, lograr el conocimiento de la realidad, el perfeccionamiento y la especialización práctica en las intervenciones, conseguir un amplio conocimiento de la comunidad de los diversos especialistas que pueden prestar su ayuda.
La formación del animador en otros países
• Suiza: desde la Plataforma Común de Escuelas Suizas de Animación Sociocultural se trabaja para conseguir la coordinación de sus miembros, formular las normas mínimas para la formación general de los animadores, intercambio, divulgación y coordinación de las informaciones y experiencias, programar acciones que lleven a la participación comunitaria y realizar proyectos comunes. Se alternan la teoría y la práctica y se da una atención individualizada.
• Estados Unidos: los objetivos son tomar decisiones a nivel de grupo y aportar opciones para mejorar el nivel de vida, potenciar la actitud cooperativa de los profesionales, compartir información y trabajar juntos para el bien comunitario, formar y preparar personas para el desarrollo de procesos socioculturales y socioeducativos, dar mejor educación integral a los estudiantes buscando el conocimiento de la comunidad, desarrollar la conciencia social y aprender la resolución de los problemas de las comunidades.
Formación del animador en España
La formación de animadores en España tiene su origen en la escuela francesa, de la que recoge su experiencia en los años 70, fundamentalmente de las experiencias de la UFCV. Muy influyentes en su desarrollo son la UNESCO, el Consejo de Europa y sobre todo, Las Escuelas de Aire Libre, creadas por Orden Ministerial de 25 de Noviembre de 1976, que son las que inician la historia de la formación de animadores en nuestro país.
Estudio comparado de los objetivos en la formación del animador
Los programas de los diversos países muestran una serie de líneas comunes que dan lugar a 13 objetivos que reflejan sus pretensiones: Formación general, Aprendizaje de funciones de director, Perfeccionamiento y especialización práctica, Conocimiento de la comunidad, Elaboración de proyectos, Conocimiento de especialistas, Programación de acciones, Coordinación de grupos, Divulgación de actividades, Contactos con administraciones y políticos y Mejora de la comunidad.
Así, el animador debe ser una persona cualificada, especializada, con conocimientos, experiencia y práctica contrastada.
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